Ante estas circunstancias, no sólo debemos condolernos y acompañarla con el sentimiento, sino solidarizarnos activamente con el dolor de una mamá como Isabel Vázquez, que ha entregado su vida -y ahora la de su hijo- en una lucha real (y no sólo discursiva) contra el flagelo de las drogas, y en particular contra esa droga genocida que es el "paco".
Ella se expuso valientemente denunciando implacable e incansablemente a quienes lucran con la muerte segura de los pibes y encendiendo una luz de esperanza en la vida de los que alcanzan a rescatarse de esta droga matapibes.
Y hoy a seis meses del asesinato de Emanuel sigue sin tener ni un solo detenido por este hecho y siguen teniendo amenazas Isabel como así también sus hijos que hasta fue víctima uno de ellos de estas cobardes intimidaciones, al que le balearon el vehículo con el conduciendo.
EMOOO , PRESENTEEE...!!!
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